Más que conocida dentro del mundo de la Medicina Estética, la tecnología de Ultrasonidos es aquella que, a través de la emisión de ondas sonoras y vibratorias, consigue la rotura de las células grasas para reducir o eliminar la grasa localizada no deseada.
¿Cómo funcionan los ultrasonidos focalizados o HIFU?
Una de las opciones existentes para eliminar grasa localizada son los Ultrasonidos focalizados, es decir, ondas que concentran la emisión de energía en un solo punto destruyendo tejido graso por el efecto térmico que estas generan.
La última generación de esta tecnología son los ultrasonidos focalizados de alta intensidad o HIFU que emplean cartuchos de diferentes profundidades para eliminar el tejido graso subcutáneo. Algunas de sus desventajas son:
- La emisión focalizada es agresiva, causa dolor al paciente e incluso presenta riesgos de quemaduras
- Su emisión en modo estático alarga el tiempo de tratamiento y hace largas la sesiones
- Necesitan consumibles para su aplicación.
- No es un tratamiento selectivo con la grasa, pues puede dañar cualquier estructura que encuentra.
Sin embargo, Alma apuesta por los Ultrasonidos no focalizados (guiados), tecnología que patentamos hace más de 7 años y que se puede encontrar en nuestras plataformas Alma Primex y Accent Prime con los cabezales UltraSpeed y UltraWave para remodelación facial y corporal.
Alma Primex
Accent Prime
¿Qué sabemos sobre los ultrasonidos no focalizados?
Los Ultrasonidos de Alma tienen una forma más amable de emisión pero altamente eficaz para eliminar tejido graso.
Los ultrasonidos de Alma generan un efecto térmico y mecánico (vibración) de manera simultánea sobre el tejido combinando continuamente la emisión de 3 ondas diferentes de ultrasonidos. Esta emisión guiada y tridimensional provoca un estrés en las células grasas que provoca su apoptosis.
Es un método selectivo, pues se basan en la emisión de distintos tipos de ondas guiadas para afectar selectivamente las membranas de células grasas sin dañar el tejido circundante. Sus excelentes resultados clínicos demuestran que este tipo de emisión produce una mayor reducción mayor del tejido graso.
Gracias a este tipo de emisión, podemos realizar la aplicación del tratamiento de forma dinámica, ahorrando tiempo al operario y consiguiendo un tratamiento más rápido. Además, al no concentrar la energía en un solo punto, se convierte en un tratamiento indoloro e incluso placentero para el paciente.
Por último, este tipo de tecnología no necesita de consumibles, un punto a favor a la hora de rentabilizar la inversión de forma más rápida.