¿Cómo se elimina la hidradenitis supurativa?

24 de septiembre de 2024
Compartir Compartir en facebook Compartir en twitter

La hidradenitis supurativa es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta las glándulas sudoríparas y los folículos pilosos, generando brotes de abscesos dolorosos, principalmente en las zonas donde la piel roza, como las axilas, la ingle y los glúteos. Es más común en mujeres que en hombres.

Esta afección, al igual que otras afecciones de las glándulas sudoríparas como la hiperhidrosis, puede impactar gravemente la calidad de vida debido al dolor recurrente y la formación de cicatrices.

¿Qué es la hidradenitis supurativa?

La hidradenitis supurativa es una enfermedad de la piel caracterizada por la aparición de nódulos inflamados y dolorosos. Estos nódulos a menudo se transforman en abscesos que supuran pus y, al sanar, dejan cicatrices profundas. La afección afecta las glándulas sudoríparas apocrinas, que se encuentran en áreas del cuerpo como las axilas, la ingle, los glúteos y debajo de los senos.

Las principales características de la hidradenitis supurativa son:

  • Formación de nódulos dolorosos que suelen progresar a abscesos.
  • Aparición recurrente de lesiones en las mismas áreas del cuerpo.
  • Cicatrización severa tras la curación de los abscesos.
  • En casos avanzados, formación de fístulas, túneles bajo la piel que conectan diferentes abscesos.

Diferencias entre hidradenitis y otras afecciones dermatológicas

Aunque la hidradenitis supurativa comparte algunos síntomas con otras afecciones dermatológicas, como el acné, se diferencia en varios aspectos:

  • Ubicación de las lesiones: La hidradenitis afecta principalmente las axilas, la ingle y otras áreas con glándulas sudoríparas apocrinas, mientras que el acné aparece mayormente en el rostro y la espalda.
  • Crónica y recurrente: A diferencia del acné, la hidradenitis es una afección crónica, con brotes que pueden durar años o incluso toda la vida.
  • Cicatrización extensa y fístulas: Las cicatrices profundas y la formación de túneles son más comunes en la hidradenitis que en el acné.

Síntomas de la hidradenitis supurativa

Los síntomas más comunes incluyen:

  • Nódulos inflamados que comienzan como pequeños bultos dolorosos.
  • Abscesos llenos de pus, que eventualmente se abren y drenan.
  • Fístulas en casos graves, donde se forman túneles bajo la piel entre los abscesos.
  • Cicatrices tras la curación, que pueden restringir el movimiento y afectar la estética de la piel.

¿Cómo identificar los primeros signos?

Identificar la hidradenitis supurativa en sus primeras etapas es crucial para evitar que la enfermedad progrese a formas más graves.

El primer signo de la hidradenitis supurativa suele ser la aparición de pequeños granos o bultos en las axilas, la ingle, los glúteos o debajo de los senos. Estos bultos pueden confundirse fácilmente con forúnculos o infecciones menores, pero a diferencia de ellos, tienden a reaparecer en las mismas áreas.

Algunos signos de alerta temprana:

  • Dolor en los bultos desde su aparición.
  • Crecimiento rápido de los nódulos.
  • Supuración de pus, especialmente en áreas con fricción constante.
  • Mal olor asociado a la infección de los abscesos.

Es importante buscar atención médica si los síntomas persisten, ya que el tratamiento temprano puede evitar la formación de cicatrices y la progresión de la enfermedad.

Encuentra tu clínica dermoestética más cercana en nuestro buscador

Causas de la hidradenitis supurativa

Aunque la causa exacta de la hidradenitis supurativa no se conoce completamente, varios factores pueden influir en su desarrollo:

  • Factores genéticos: Hasta un 40% de los casos de hidradenitis están relacionados con antecedentes familiares de la enfermedad.
  • Obstrucción de los folículos pilosos: La HS comienza cuando los folículos pilosos se obstruyen, lo que desencadena la inflamación.
  • Alteración del sistema inmunitario: Se ha observado una respuesta inmunitaria desmedida en las personas que padecen HS, lo que agrava la inflamación.
  • Cambios hormonales: La enfermedad suele comenzar después de la pubertad, lo que sugiere un vínculo con las hormonas.
  • Estilo de vida: El sobrepeso y el tabaquismo están relacionados con una mayor severidad de la hidradenitis supurativa.

Tratamientos para la hidradenitis supurativa

El tratamiento de la hidradenitis supurativa varía en función de la gravedad de la afección. En las primeras etapas, los antibióticos y tratamientos tópicos pueden ser suficientes, mientras que en casos avanzados puede requerirse cirugía.

Tratamientos médicos

  1. Antibióticos: Son el tratamiento más común, utilizados para controlar infecciones y reducir la inflamación. Pueden administrarse de forma tópica u oral.
  2. Terapias hormonales: En mujeres, los cambios hormonales pueden influir en los brotes, por lo que los anticonceptivos y otros tratamientos hormonales pueden ser eficaces.
  3. Inmunosupresores: Fármacos como los inhibidores del TNF-alfa se utilizan en casos graves para reducir la inflamación.
  4. Retinoides: Estos medicamentos, también utilizados en el tratamiento del acné, pueden ayudar a controlar la obstrucción de los folículos pilosos.

Tratamientos quirúrgicos

  1. Drenaje de abscesos: En casos de abscesos grandes y dolorosos, el drenaje quirúrgico puede proporcionar alivio temporal.
  2. Escisión quirúrgica: Para casos graves, la extirpación completa de las áreas afectadas puede ser necesaria. Este procedimiento elimina las glándulas sudoríparas afectadas y reduce la posibilidad de recurrencia en esas áreas.
  3. Láser CO2: El láser CO2 fraccional, disponible en clínicas especializadas, es una opción altamente efectiva para el tratamiento quirúrgico de la hidradenitis supurativa. Este tipo de láser destruye las glándulas sudoríparas afectadas sin dañar el tejido circundante, lo que reduce significativamente los brotes y mejora la cicatrización. El láser CO2 permite una recuperación más rápida en comparación con la cirugía tradicional y puede minimizar la formación de cicatrices.

Prevención y cuidados para evitar brotes

Aunque no hay cura definitiva para la hidradenitis supurativa, existen diversas medidas que pueden ayudar a prevenir los brotes y controlar los síntomas:

  • Mantener una higiene adecuada: Lavarse regularmente las áreas afectadas con jabones suaves para reducir el riesgo de infecciones.
  • Evitar el uso de ropa ajustada: La fricción puede empeorar la inflamación, por lo que es recomendable usar ropa holgada y transpirable.
  • Dejar de fumar: El tabaco está estrechamente relacionado con la progresión de la enfermedad, por lo que dejar de fumar puede mejorar los síntomas.
  • Mantener un peso saludable: El sobrepeso aumenta la fricción en las zonas afectadas y puede empeorar los brotes.
  • Dieta antiinflamatoria: Alimentos ricos en antioxidantes y bajos en grasas saturadas pueden ayudar a reducir la inflamación crónica.

¿Es la hidradenitis supurativa hereditaria?

Sí, en muchos casos la hidradenitis supurativa tiene un componente genético. Hasta el 40% de los pacientes tienen antecedentes familiares de la enfermedad. Sin embargo, no todas las personas con predisposición genética desarrollarán la afección, ya que otros factores, como el estilo de vida, también juegan un papel importante.

¿Cómo evitar que los síntomas empeoren?

Para evitar que los síntomas de la hidradenitis supurativa empeoren, es fundamental adoptar hábitos saludables y seguir las recomendaciones médicas. Algunos consejos incluyen:

  • Higiene adecuada y cuidado de la piel: Mantener las áreas afectadas limpias y secas ayuda a prevenir infecciones. Evitar productos que puedan irritar la piel también es esencial.
  • Cambios en el estilo de vida: Mantener un peso saludable y dejar de fumar pueden reducir la severidad de los brotes.
  • Dieta equilibrada: Una alimentación rica en alimentos antiinflamatorios (frutas, verduras, pescados grasos) puede mejorar el control de los síntomas.

Aunque la hidradenitis supurativa no tiene cura definitiva, es posible controlar los brotes y mejorar la calidad de vida con el tratamiento adecuado y cambios en el estilo de vida. La identificación temprana de los síntomas, junto con una combinación de tratamientos médicos y quirúrgicos, puede evitar complicaciones graves y reducir el impacto de la enfermedad en el día a día.