El estrógeno es una de las dos principales hormonas femeninas y desempeña un papel principal en la salud de la mujer durante varias etapas de su vida. Junto con la progesterona, el estrógeno inicia los cambios físicos durante la pubertad, controla el ciclo menstrual, provoca los cambios fisiológicos durante el embarazo, mantiene la piel saludable fomentando la generación de colágeno y juega un papel importante en el fortalecimiento de los huesos.
No existe un nivel «perfecto» de estrógeno y varía ampliamente entre diferentes mujeres, durante diferentes etapas del ciclo menstrual y a lo largo de la vida.
¿Por qué cambian los niveles de estrógeno?
Las hormonas femeninas fluctúan durante la pubertad, el embarazo y la menopausia para facilitar cambios importantes en el cuerpo. El aumento de peso, la toma de ciertos medicamentos, el ejercicio excesivo, las dietas extremas y otros factores asociados a nuestro estilo de vida influyen en el aumento o disminución del nivel de los estrógenos.
Además, problemas como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), la baja actividad de la glándula pituitaria y la diabetes, entre otros, provocan alteraciones en la producción de estrógeno.
Hay tres tipos de estrógenos, con funciones diferentes en cada fase de desarrollo de la mujer: estradiol (reproducción), estrona (menopausia) y estriol (gestación). Tras la menopausia, el cuerpo femenino solo produce estrona, que es la forma más débil de estrógeno. Incluso con niveles de estrógenos «normales», muchas mujeres perimenopáusicas y posmenopáusicas luchan por mantener la normalidad.
Tanto las mujeres jóvenes como las menopáusicas pueden verse afectadas por el desequilibrio hormonal.
¿Cuáles con las consecuencias de los altibajos del estógeno?
SEQUEDAD VAGINAL
CAMBIOS DE HUMOR
DISMINUCIÓN DEL DESEO SEXUAL
SOFOCOS
Controlar los síntomas: ¿reemplazar o reparar?
Reemplazo de hormonas
La terapia de reemplazo hormonal (TRH) se convirtió en un tratamiento popular para los síntomas de la menopausia a finales de la década de 1990. Esta terapia fue diseñada para elevar los niveles de estrógenos durante el envejecimiento ovárico.
Con una dosis adicional de estrógeno sistémico, muchas mujeres pueden revertir o evitar los síntomas menopáusicos más graves. Sin embargo, existen riesgos.
Los ensayos clínicos y los estudios clínicos de seguimiento han encontrado que la TRH aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, coágulos de sangre y cáncer, especialmente cuando la terapia se inicia después de los 60 años.
La THR está contraindicada para las sobrevivientes de cáncer porque acelera el crecimiento de las células cancerosas. Por ello, para muchas mujeres, los riesgos potenciales superan los beneficios.
Remedio homeopáticos
También hay una variedad de suplementos herbales homeopáticos que supuestamente mejoran los niveles de estrógenos. La soja, las semillas de lino y las semillas de sésamo son fuentes naturales de fitoestrógenos, que pueden imitar los beneficios similares a los del estrógeno.
La investigación emergente también está analizando cómo la DHEA, el boro, la vitamina B y la vitamina D afectan el metabolismo del estrógeno en el cuerpo.
Reparación vaginal
Es natural que los niveles de estrógenos disminuyan después de la menopausia y durante los períodos de transición hormonal, como después del parto.
Según Harvard Health, el 50% de las mujeres posmenopáusicas sufren sequedad vaginal, irritación y dolor durante las relaciones sexuales. La nueva tecnología láser permite atacar la fuente de la incomodidad sin modificar ni complementar los niveles hormonales.
El láser de CO2 FemiLift es un tratamiento ambulatorio que consiste en generar un efecto térmico en las paredes vaginales eficaz para provocar la regeneración del tejido vaginal de forma suave. La emisión de un rayo láser fraccionado a 360 grados facilita su aplicación en todo el canal vaginal. Este tratamiento es sin dolor y sin provocar un daño excesivo en el tejido.
Esta tecnología patentada por Alma, genera muchos beneficios en el tejido vaginal. Su efecto térmico aumenta instantáneamente el flujo sanguíneo en las paredes vaginales y aumenta la producción de colágeno para facilitar la reparación natural del tejido. En estudios clínicos, el 80 % de las mujeres tratadas con el láser FemiLift afirmaron haber notado una mejora en sus relaciones sexuales, gracias al aumento de la lubricación vaginal. ¡Además , también experimentaron un mejor control de la micción!
A diferencia de la TRH, FemiLift no altera el delicado equilibrio de las hormonas femeninas. Esta terapia láser indolora ayuda a la mujer a sobrellevar los efectos que los altibajos de los niveles de estrógenos producen a nivel genital y que impactan negativamente en su calidad de vida .
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Fuente: Artículo publicado en el blog de la página web internacional de FemiLift.
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