Escala de Glogau: ¿cuántos años refleja tu piel?

20 de enero de 2022
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Con el paso de los años la piel cambia (y mucho): arrugas, cambios en la pigmentación, cicatrices, pérdida de elasticidad. En algunos casos, la apariencia de la piel refleja una edad que la persona no tiene. ¿Sabes cuántos años refleja tu piel?

Aquí te explicamos qué es la escala Glogau y las diferentes clasificaciones que se hacen del estado de la piel según los signos de envejecimiento que presenta.

¿Qué es la escala Glogau?

El famoso dermatólogo Richard Glogau creó una escala en la que mide el envejecimiento de la piel tanto natural (cronoenvejecimiento) como por la acción externa del sol (fotoenvejecimiento). Dicha escala es una herramienta muy utilizada por dermatólogos, ya que les ayuda a diseñar planes de tratamiento según las necesidades de cada paciente.

Esta escala es referencial y visual, es decir, se emplea para clasificar la piel analizando a simple vista la gravedad de diferentes signos de envejecimiento como son las lesiones pigmentadas, las arrugas, la coloración o tonalidad de la piel, la aparición de cicatrices e incluso la necesidad y la respuesta al maquillaje.

Para este tipo de clasificación no se tiene en cuenta el uso de microscopios u otras tecnologías de ayuda al diagnóstico. Pero, en la actualidad hay sistemas de imágenes que realizan este análisis de forma automatizada, uno de los más conocidos es el sistema Visia del fabricante norteamericano Canfield.

En definitiva, la escala Glogau determina los signos de envejecimiento más comunes según rangos de edad. De cara al diagnóstico médico, lo importante no es la edad del paciente sino las características de su piel. Por ejemplo, una persona de 38 años con mucha exposición solar, puede ser un Tipo III en la escala de Glogau.

Tipos de piel de acuerdo la Escala de Glogau

Ahora que ya conocemos un poco mejor el origen de esta escala y su funcionalidad, vamos a profundizar en cada una de las categorías:

Tipo I: Leve – Personas entre 28 y 35 años:

Según el nivel de exposición solar a la que se haya sometido en los primeros años de vida, las personas de este nivel tienden a lucir la piel en su máximo esplendor. Dada la juventud del cutis apenas hay señales de fotoenvejecimiento.

No suelen tener arrugas y en caso de que aparecieran serán leves. No suelen necesitar maquillaje. Salvo desajustes hormonales, no suelen presentar acné.

Tipo II: Moderado – Personas entre 35 y 50 años:

Las características principales de este grupo son:

  • Arrugas de expresión
  • Amarillez sutil en la piel
  • Léntigos seniles tempranos visibles
  • Queratosis palpables pero no visibles.
  • Líneas de sonrisa paralelas
  • Cicatrización y acné leves
  • Empiezan a necesitar maquillaje corrector

Tipo III: Avanzado – Personas entre 50 y 65 años:

Las personas dentro del tipo III presentan un daño solar más avanzado y las señales de envejecimiento comienzan a ser más visibles. Algunas de las características principales son:

  • Arrugas visibles en reposo
  • Color irregular, evidente y rojeces
  • Discromías, telangiectasias y queratosis visibles
  • Cicatrización y acné leves
  • Usan maquillaje corrector más espeso

Tipo IV: Severo – Personas de 65 años en adelante:

Debido al tiempo y a la exposición solar, estas personas presentan rasgos de envejecimiento mucho más avanzados como por ejemplo:

  • Gran cantidad de arrugas pronunciadas
  • Piel amarillo-grisácea
  • Queratosis actínicas
  • Arrugas en toda su extensión
  • No pueden usar maquillaje porque se apelmaza y agrieta y si lo usan no cubre.

Independientemente de la edad, hay personas que llegan a edades adultas y no presentan grandes rasgos de envejecimiento cutáneo porque a lo largo de su vida se han cuidado del sol y/o por factores genéticos.

Cuidados, prevención y tratamiento

Como hemos adelantado a lo largo de todo el artículo, el envejecimiento puede ralentizarse. ¿Cómo? Comenzando con los cuidados preventivos desde joven, protegiéndote de la exposición solar y consultando con tu dermatólogo.

Para reducir las arrugas, o mejor dicho, para rejuvenecer el rostro, especialmente en cuello y cara, aconsejamos uno de los tratamientos más comunes: el lifting facial. Además, hay disponibles diferentes soluciones para las personas con piel castigada, permitiendo su reparación

La tecnología de Alma siempre te puede ayudar a ralentizar la aparición de estos signos de envejecimiento y a eliminarlos en algunos casos y en otros a mejorarlos. Un buen diagnóstico previo y el uso de tecnología de primer nivel empleada por buenos profesionales médicos siempre son garantía de éxito en cualquier tratamiento del envejecimiento cutáneo.

Para conseguir una piel perfecta, Alma cuenta con estas opciones:

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