El síndrome genitourinario de la menopausia (SGM) es una afección común que afecta a un alto porcentaje de mujeres en la etapa postmenopáusica. Debido a la disminución de estrógenos, el sistema genitourinario sufre cambios que pueden llevar a síntomas incómodos como sequedad vaginal, dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales), irritación y problemas urinarios.

Estos síntomas impactan de manera significativa en la calidad de vida y bienestar sexual de las mujeres.

Alma Médica ofrece una solución innovadora y no invasiva a través de su tecnología láser FemiLift, diseñada para mejorar la salud íntima femenina, restaurando el tejido vaginal y aliviando los síntomas del SGM.

Proceso del tratamiento para el síndrome genitourinario de la menopausia

El tratamiento láser FemiLift, desarrollado por Alma, está diseñado para tratar el síndrome genitourinario de la menopausia (SGM) mediante la estimulación de los tejidos vaginales. Este procedimiento no invasivo utiliza tecnología láser fraccionada CO2 para promover la regeneración de las fibras de colágeno, mejorar la circulación sanguínea y restaurar la lubricación natural de los tejidos, resolviendo los problemas más comunes asociados a la menopausia, como la sequedad vaginal, la dispareunia y la laxitud vaginal.

1. Preparación previa a la sesión: Antes de comenzar el tratamiento, se realiza una evaluación médica completa para determinar el estado de salud del tejido vaginal y las necesidades específicas de la paciente. La sesión no requiere ninguna preparación especial. Las pacientes deben acudir a la clínica con una higiene adecuada, y no se necesitan anestesias ni tratamientos previos.

2. Aplicación del láser CO2 fraccionado: El procedimiento comienza con la inserción de una sonda láser de alta precisión en la cavidad vaginal. A través de impulsos de láser fraccionado CO2, el dispositivo actúa sobre la mucosa vaginal, generando un efecto térmico controlado en las capas más profundas del tejido vaginal. Este calor estimula la producción de colágeno nuevo y la contracción de las fibras existentes, lo que mejora la elasticidad y firmeza de la zona.

El tratamiento no solo se limita a restaurar el tejido vaginal, sino que también puede favorecer la función del tracto urinario en mujeres que sufren de problemas urinarios como la urgencia y frecuencia, asociados al SGM​.

3. Regeneración de colágeno y neovascularización: El láser provoca microlesiones controladas que desencadenan el proceso natural de curación del cuerpo. A medida que el colágeno se regenera, el tejido vaginal se vuelve más hidratado, flexible y elástico. Este proceso es crucial para aliviar los síntomas de la atrofia vaginal como la sequedad y la irritación, mejorando también la calidad de vida sexual de las pacientes, ya que reduce significativamente el dolor durante las relaciones sexuales.

4. Duración y comodidad del tratamiento: Cada sesión dura aproximadamente entre 15 y 20 minutos, y las pacientes generalmente no experimentan molestias significativas. En general, no es necesario el uso de anestesia, ya que el proceso es prácticamente indoloro. La sensación reportada por las pacientes es una leve sensación de calor o un leve hormigueo en la zona tratada.

5. Proceso post tratamiento: Una de las grandes ventajas del láser FemiLift es que no requiere tiempo de recuperación. Las pacientes pueden retomar sus actividades cotidianas de inmediato, aunque se recomienda abstenerse de tener relaciones sexuales durante un período de 4 a 7 días para permitir la completa regeneración del tejido. Generalmente, se recomiendan entre 3 y 5 sesiones para lograr una mejora óptima y sostenida en los síntomas.

Beneficios clave del tratamiento láser para el SGM

El tratamiento FemiLift ofrece una serie de beneficios importantes para las pacientes, entre los cuales destacan:

  • No invasivo y sin dolor: No requiere incisiones ni anestesia.
  • Eficacia comprobada clínicamente: Estudios muestran una mejora significativa en la hidratación y elasticidad vaginal.
  • Mejora de la calidad de vida: Reducción del dolor durante las relaciones sexuales y alivio de los síntomas de sequedad vaginal.
  • Resultados rápidos y duraderos: Aunque los efectos pueden variar, la mayoría de las mujeres experimentan mejoras tras las primeras sesiones.
  • Sin tiempo de recuperación: Las pacientes pueden retomar sus actividades diarias inmediatamente.

Resultados esperados tras el tratamiento del síndrome genitourinario

Después de completar el tratamiento, las pacientes generalmente experimentan una notable mejoría en los síntomas relacionados con el síndrome genitourinario de la menopausia. Es habitual observar un incremento en la lubricación vaginal, la elasticidad de los tejidos y la reducción del dolor durante las relaciones sexuales. Además, se ha documentado una mejora en la función urinaria, disminuyendo la frecuencia y urgencia urinaria. Aunque cada paciente puede experimentar resultados diferentes, muchas informan una mejoría duradera tras tres sesiones, espaciadas de 4 a 6 semanas.

Preguntas frecuentes sobre el tratamiento para el síndrome genitourinario de la menopausia

¿Cuántas sesiones son necesarias?

Generalmente, se recomiendan entre 3 y 5 sesiones para obtener resultados óptimos, aunque algunas mujeres notan mejoras desde la primera sesión.

¿Es doloroso el tratamiento?

No. El tratamiento con láser FemiLift es indoloro y no requiere anestesia. La mayoría de las pacientes describen la sensación como un leve calentamiento en el área tratada

¿Cuánto dura cada sesión?

Cada sesión dura entre 15 y 20 minutos, lo que permite realizar el tratamiento en una visita rápida al consultorio médico

¿Cuándo puedo retomar mis actividades diarias?

Las pacientes pueden regresar a sus actividades normales inmediatamente después del tratamiento, ya que no hay tiempo de recuperación requerido.

¿Cuánto tiempo duran los resultados?

Los resultados son duraderos, pero pueden variar de una paciente a otra. Es posible que se necesiten sesiones de mantenimiento anuales.

Esta sección recoge información sobre tratamientos médicos con fines informativos. Estos tratamientos requieren de valoración, diagnóstico e indicación médica. Es el médico el que deberá indicar qué tratamiento es el más adecuado tras valorar al paciente. 

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